Capacitar líderes cristianos competentes para la obra del Ministerio. Lideres que han sido llamados para hacer la Gran Comisión, lideres con corazón de siervos. Lideres cristianos con una visión de reino y servicio al prójimo y una ética cristiana basada en las Sagradas Escrituras para responder a las necesidades y cambios, tanto de la iglesia como de la sociedad en la que sirve y se desarrolla. Lideres en perfección por la obra del Espíritu Santo a la imagen de Cristo.